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México.- Integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria acusaron que a pesar de que el consumo de refrescos es la causa principal de la obesidad y diabetes en México, no existe política pública alguna para revertir el problema.
Frente a las instalaciones de la Cofepris, exigieron un etiquetado que advierta el riesgo de consumir estos productos, que se regule la publicidad, que se impongan impuestos al refresco y se destinen esos recursos a dotar de agua potable a las escuelas y espacios públicos, y que haya fondos para enfrentar la epidemia de sobrepeso y diabetes.
La comisionada de Evidencia de Manejo de Riesgos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Rocío Alatorre, rechazó esos señalamientos, pues dijo que la NOM 051 obliga a la industria de alimentos y bebidas a establecer la información nutrimental en todos los productos de manera clara y veraz.
Aunado e ello, refirió que el etiquetado frontal que las empresas han incluido de manera voluntaria con la información, aunque aclaró que eso no sustituye la obligación contenida en la NOM 051, para lo cual la Cofepris vigila y verifica su complimiento.
Al encabezar la protesta de la alianza que agrupa a 18 organizaciones no gubernamentales, el director del Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, sostuvo frente a la funcionaria que el etiquetado de las bebidas azucaradas, sobre todo refrescos, es engañoso, a pesar de la NOM 051 que obliga a especificar su contenido.
Advirtió sobre la ausencia de esas políticas públicas, a pesar de que México tiene el más elevado índice de consumo de debidas con aporte energético en el mundo, para los grupos de edad de un año de vida en adelante.
Acompañado por un grupo de manifestantes con una manta con la leyenda de las muertes que ha causado la diabetes en el país y una botarga de oso polar, símbolo de una empresa refresquera, Calvillo insistió en la necesidad de un etiquetado claro, pues el consumo de bebidas altas en energía, sobre todo refresco, se ha duplicado entre los adolescentes.
\"En México, de 1999 a 2006, la energía consumida proveniente de bebidas altas en energía, en las que el refresco representa un papel importante, se incrementó más del doble en adolescentes y se triplicó en los adultos\", comentó.
Ello, añadió, corresponde a que en adolescentes las kilocalorías cosumidas provienen de bebidas altas en energía pasaron de 100 en 1990 a 225 en 2006, mientras que en adultos aumento de 81 a 250 kilocalorías.
Ejemplificó el daño que provoca consumir refrescos, pues dijo que cada 600 mililitros de ese bebida contienen más de 100 por ciento de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Agregó que de acuerdo con una meta-análisis conducido por Vartanian y Schwartz se encontraron nexos claros del consumo de refrescos con el incremento de la ingestión de energía y peso corporal, y con el riesgo de diabetes y otras enfermedades no transmisibles.
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