Por Héctor Ponce
El
manejo de crisis en una campaña a la presidencia es comparado a una pelea de
box por el campeonato mundial, se llega al último round acosado por los golpes
del oponente.
Los
golpes en las campañas se intensifican a medida que transcurre el tiempo y se
acerca el día de la elección.
Las encuestas son claros
indicadores de las intenciones de voto de los electores y son como el campanazo
del último round, empiezan los movimientos políticos desesperados, lanzan los
últimos golpes en busca de un “nocaut” al contrincante, estás en la guerra
sucia, aquí es donde regularmente entra el manejo de crisis, pero puede
activarse en cualquier momento.
El
precandidato del PRI a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto ya
debió activar el equipo de manejo de crisis, y no esperar hasta el último round,
aunque entiendo que ya lo tiene listo. Los errores en la Feria del Libro
desataron una lluvia de criticas mediáticas que duraron todo el mes de
diciembre. En el recuento de los daños en lo que termino en una campaña para
bajar al puntero en la carrera a la Presidencia de México fue la caída de tres
puntos en las preferencias, según las encuestas de Consulta Mitofsky publicadas
a principios del mes.
El
equipo de manejo de crisis de la precandidata del PAN, Josefina Vázquez Mota ya
dio señales de acción. Tras el debate de precandidatos Acción Nacional, Vázquez
Mota tuvo un lapsus de errores en una entrevista lo cual trajo una marea de criticas
en las redes sociales y el equipo de asesores justificó que se había quedado “dormida”
porque no había descansado en 48 horas.
Un
claro ejemplo de “crisis en manejo de crisis” se presentó en la recta final de
la elección del 2006, la campaña de Andrés Manuel López Obrador entró en crisis
por una serie de declaraciones que fueron utilizadas para armar una guerra
sucia en su contra, tachándolo como un peligro para la nación. El deficiente
manejo de la crisis se vio reflejado al no poder evitar la caída en las
encuestas y al final la derrota.
Para
estos casos se aplica de Maquiavelo, ”aprender de la historia para no cometer
los mismo errores”.
Campañas
“iluminadas”. Otro gran riesgo es cuando el candidatos sólo escucha alabanzas de
su séquito como una música dulce para sus oídos. Sus asesores lo convencen de
que todo va muy bien y que todo el mundo votará por él.
Encerrado
en una burbuja donde todo es bueno y positivo, el candidato se encamina a la
derrota y su equipo es incapaz de detectar en que están fallando para
rectificar. Por estas razones es esencial contar con un asesor que te vuelva a
la realidad, pero más importante aún es que detecte los problemas y los
corrija. Un profesional en manejo de crisis.
En el
equipo de asesores de campaña se debe tener a un tipo de “iluminadores
profesionales”, a este tipo de profesionales de políticas Harold Lasswel los
define como los encargados de debatir ideas, dar explicaciones profesionales de
los problemas, decir como solucionar los problemas y dar soluciones con base en análisis y
sentido común. Sería tipo iluminadores porque según Lasswell estos
profesionales no pertenecen a una afiliación partidista y ayudan a tener una
ciudadanía ilustrados (por eso el nombre), pero lo interesante sería que se
podría tener una opinión crítica, imparcial y objetiva. Los candidatos tendrían
a estos agentes preventivos que detectan problemas, previenen y dan soluciones.
Agradecemos
este espacio que dedicaremos a temas políticos, para cerrar me gustaría citar a
Maquiavelo no por moda o costumbre sino porque se aplica en este tema, "todos
ven lo que tú aparentas; pocos advierten lo que eres”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario